viernes, 21 de febrero de 2014

La Luz de Dios trae orden a nuestras vidas.

Leamos por un momento como comienza la biblia:

Génesis 1:1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2  Y la tierra estaba desordenada y vacía,  y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,  y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3  Y dijo Dios: Sea la luz;  y fue la luz.

4  Y vio Dios que la luz era buena;  y separó Dios la luz de las tinieblas.

Introducción:

En este pasaje de Génesis donde comienza la biblia, observamos que la tierra estaba desordenada y vacía, podemos aseverar que el desorden es ausencia de orden.

Muchos diccionarios definen la palabra orden como: el lugar que le corresponde a cada cosa. (Entre otras).

Entonces vemos en el principio un caos, todo desordenado y vacío, y al espíritu de Dios moviéndose sobre la faz de las aguas.

Vemos que lo primero que ordena Dios es: sea la Luz, la Luz era buena, la Luz es buena, y separa la Luz de las tinieblas, eso es orden poner cada cosa en su lugar.


Venga conmigo por un momento al evangelio de Juan.


Juan 1:1  En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios.
2  Este era en el principio con Dios.
3  Todas las cosas por él fueron hechas,  y sin él nada de lo que ha sido hecho,  fue hecho.
4  En él estaba la vida,  y la vida era la luz de los hombres.
5  La luz en las tinieblas resplandece,  y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Este pasaje nos habla de Jesucristo, Él mismo dijo que era la Luz:

Juan 8:12  Otra vez Jesús les habló,  diciendo: Yo soy la luz del mundo;  el que me sigue,  no andará en tinieblas,  sino que tendrá la luz de la vida.

Al igual que la tierra estaba desordenada y vacía, así estábamos nosotros antes de que Cristo resplandeciera en nuestros corazones, Cuando la Luz nos alumbra trae orden a nuestras vidas.
Repita conmigo Orden, debemos ordenarnos, poner cada cosa en su lugar conforme al diseño de Dios.


Desarrollo: Revisemos el pasaje a continuación, y como Cristo alumbro a Zaqueo y su casa.

Jesús y Zaqueo
Lucas 19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.

2  Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

3  procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.

4  Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

5  Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

6  Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

7  Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

8  Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

9  Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

10  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


1) Zaqueo el publicano:

Un publicano era un judío que trabajaba para el imperio Romano y cobraba impuestos a su propio pueblo para Roma, esto lo hacia alguien despreciable para los judíos, lo mas parecido a un traidor.

Lo más interesante de todo esto es que su nombre significa: Puro, limpio, Justo.
Que contradicción porque lo que hacia Zaqueo no se correspondía con lo que significaba su nombre, ya que no era del todo justo en su oficio de cobrador de impuestos.

Lucas 19:2  Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

3  procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.

Procurar en su sentido original expresa: curiosidad, búsqueda, preguntar, indagaba.

4  Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

Este hombre rico salio de su comodidad para ver a Jesús pero el Rey no se quedo hablando con el allí en el árbol donde estaba.

2) Jesús dijo llévame a tu casa:

Lucas 19:5 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: « ¡Zaqueo! —Le dijo—, ¡baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».

6 Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa. (NTV).

Jesús hoy en día sigue tocando la puerta, quien le escuche y abra la puerta cenara con el.

Apocalipsis 3:20  Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo. (BLS).

Cuando Cristo entra en un lugar llega la luz, y alumbra, y disipa toda oscuridad, toda tiniebla, Jesucristo trae orden donde entra.

3) La presencia de Cristo alumbra todo:

Lucas 19:7  Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

8  Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

La sola presencia de Jesús ocasiono algo poderoso en la casa de Zaqueo tanto que el se levanta y se manifiesta la justicia en el.

La mitad de mis bienes. Su ofrenda fue voluntaria.

Cuadruplicado. La ley de la restitución establecía la devolución de lo robado más la quinta parte

Números 5:6 «Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: si alguien del pueblo —sea hombre o mujer— traiciona al SEÑOR al hacerle mal a otra persona, esta persona es culpable.
7 Deberá confesar su pecado, restituir completamente el daño hecho más un veinte por ciento adicional y darlo a la persona que perjudicó.

Cuando Jesús entro en la casa de Zaqueo trajo orden, la presencia de cristo en nuestra vida ocasiona el mismo efecto.

Lucas 19:9  Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

10  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

4) Andemos como hijos de Luz:

Si dejamos a Jesucristo entrar en toda nuestra vida, familia y casa, debemos ser obedientes y caminar bajo la guía del espíritu santo.

Efesios 5:1  Sed,  pues,  imitadores de Dios como hijos amados.
2  Y andad en amor,  como también Cristo nos amó,  y se entregó asímismo por nosotros,  ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
3  Pero fornicación y toda inmundicia,  o avaricia,  ni aun se nombre entre vosotros,  como conviene a santos;
4  ni palabras deshonestas,  ni necedades,  ni truhanerías,  que no convienen,  sino antes bien acciones de gracias.
5  Porque sabéis esto,  que ningún fornicario,  o inmundo,  o avaro,  que es idólatra,  tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
6  Nadie os engañe con palabras vanas,  porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
7  No seáis,  pues,  partícipes con ellos.
8  Porque en otro tiempo erais tinieblas,  mas ahora sois luz en el Señor;  andad como hijos de luz.

El Apóstol Pablo escribe en la carta a los Romanos:

Romanos 13:12  La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.

13  Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,

14  sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.


Conclusión:

Cristo esta tocando a tu puerta, si le dejas entrar el va a alumbrar todo, y a traer orden dentro del caos, debemos ser sensibles a la guía del espíritu santo quien nos ayudara a alinearnos en el señor, hay dos cosas que nos dan autoridad 1) El nombre de Cristo, 2) tu testimonio de vida. Debemos recurrir a la fuente de la vida, a Cristo.




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