Cartas
Apostólicas 2 Corintios.
Día
11.
(10) “Revelaciones y Señales de su
apostolado”. (12:1-13)
El aguijón en la carne
2 Corintios 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones
y a las revelaciones
del Señor.
2 Corintios 12:1
Yo sé que uno no gana nada con enorgullecerse de sí mismo, pero tengo
que hablarles de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. (PDT)
Visiones.
Hechos 9:10
Y había en Damasco cierto discípulo cuyo nombre era Ananías, a quien el
Señor le dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor mío.
11
Nuestro Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y
busca en la casa de Judas a Saulo, de la ciudad de Tarso, porque he aquí, él
está orando,
12
y ha visto en visión a un varón cuyo nombre es Ananías que entra y le impone la mano
para que le sean abiertos los ojos. (Peshitta)
Hechos 16:8
Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9
Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie,
rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10
Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto
que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.
Pablo en corinto.
Hechos 18:9
Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y
no calles;
10
porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte
mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
11
Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.
Hechos 22:17
Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino
un éxtasis.
18
Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque
no recibirán tu testimonio acerca de mí.
19
Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las
sinagogas a los que creían en ti;
20
y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también
estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le
mataban.
21
Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.
Hechos 23:11
A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo,
Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que
testifiques también en Roma.
Hechos 27:22 Pero ahora, os exhorto a que
tengáis buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros,
excepto de la nave.
23 Porque esta noche ha estado
conmigo un ángel del Dios de quien soy y al cual sirvo,
24 y me ha dicho: No temas Pablo.
Tienes que comparecer ante César, y he aquí que Dios te ha concedido la vida de
todos los que navegan contigo. (BTX)
Revelaciones.
Gálatas 1:11 Amados hermanos, quiero que
entiendan que el mensaje del evangelio que predico no se basa en un simple
razonamiento humano.
12 No recibí mi mensaje de ninguna
fuente humana ni nadie me lo enseñó. En cambio, lo recibí por revelación directa de
Jesucristo. (NTV)
Efesios 3:3 Tal como antes les escribí
brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan.
4 Cuando lean esto que les escribo,
entenderán la percepción que tengo de este plan acerca de Cristo.
5 Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores,
pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
6 Y el plan de Dios consiste en lo
siguiente: tanto los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan
por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos forman
parte del mismo cuerpo y ambos disfrutan de la promesa de las bendiciones
porque pertenecen a Cristo Jesús. (NTV)
2 Corintios
12:2 Conozco a
un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera
del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.